Eusebio
miércoles, septiembre 26, 2007
Eusebio
martes, septiembre 25, 2007
Natural
Tampoco reniego de la horqueta, ni de la fruta. . . (ni aun de la rama)
No reniego del viento ni aun de la furia de la tempestad
No aparto mi alma del alma de los animales del bosque
Ni de los de la llanura, ni de la estepa. . . (ni aun de los del monte)
No reniego del caracol ni de sol que cae sobre la roca
Encuentro en las hojas de los árboles a mis hermanos
Y con ellos converso, y ellos me hablan, y ellos me enseñan
El ruiseñor el cóndor y la gaviota se posan ligeros sobre mis hombros
El frío y el calor son siempre bienvenidos en mi cuerpo
Eusebio
lunes, septiembre 17, 2007
LO JURO
Con la idea feliz de alzar el puño
Y aunque pese el miedo
Por la fuerza hallaras falsa plata y falso cuño.
Déjame mitigar mi incertidumbre
Con el cuento del hombre y sus complejos
Que el esbozo de tu risa y tu entrecejo
Llegara a mi humillación como una lumbre.
Déjame sentirme débil, ya vencido
Déjame que me arrastre en servilismos
Decapitada mi alma en los abismos
Que de allí mismo he de volver erguido.
Déjame solo, pero no me dejes
Deja que sufra, pero no me sufras
Mira la hoguera como me devora
Y aviva el fuego para que no ceje.
. . .Yo, con el mismo Satanás a cuestas,
desde el infierno mismo hacia los astros
He de volar. . . sobre mi propia tumba. Con la vida por diestras y siniestras
. . .Yo, arrancare desde el mordaz pecado la fe de un cristo, el tesón de un árbol,
O perderá vigencia el mismo claustro donde el mismísimo Dios sentó sus años.
José Larralde.
Derrumbados
Que dificil es verse asi entonces
Asi derrumbados frente al espejo
(un viento helado nos destrozo en silencio. . .
. . .y en silencio devoro nuestra sombra).
Eusebio
domingo, septiembre 16, 2007
jueves, septiembre 13, 2007
El Viaje
No dejare un discurso, ni un adiós, nada será triste, nada.
Por que ahora ha llegado el tiempo, que tu también tomes tus cosas
¿Has hecho tu equipaje?
Bien, nuestros caminos no tienen por que ser distintos
Me pondré enseguida en marcha, y tu harás lo mismo
Y una vez en el, nada podrá detenernos
Nuestra posada será la noche, y nuestra comida serán las palabras
Nos alimentaremos de cuanto oigamos, todo llegara a nuestros oídos.
No por que espiemos las ventanas de las casas por las noches
Si no por que estaremos en todos lados, formando parte.
Eusebio